Compartir

La viruela del mono es una enfermedad viral rara pero grave que ha ganado atención mundial debido a brotes recientes en diferentes países. Aunque originalmente estaba confinada a ciertas partes de África, la enfermedad ha comenzado a propagarse a otras regiones, lo que subraya la importancia de la prevención y la conciencia pública.

¿Qué es la viruela del mono?

La viruela del mono es causada por el virus de la viruela símica, un pariente cercano del virus de la viruela humana. Aunque la viruela fue erradicada en 1980, la viruela del mono persiste en algunas poblaciones animales, particularmente en roedores y primates, y puede transmitirse a los humanos.

¿Cómo se transmite?

La viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto directo con fluidos corporales, lesiones en la piel, o secreciones respiratorias de una persona infectada o de un animal portador del virus. También puede transmitirse al consumir carne de animales infectados que no ha sido cocinada adecuadamente. Algunas de las formas más comunes de transmisión incluyen:

  • Contacto cercano: El contacto directo con las lesiones, costras o fluidos corporales de una persona infectada puede propagar el virus.
  • Gotículas respiratorias: Las gotículas que se expulsan al hablar, toser o estornudar pueden transmitir el virus, especialmente en entornos de contacto cercano.
  • Superficies contaminadas: El virus puede sobrevivir en superficies como ropa de cama, toallas o ropa, y se puede transmitir al tocar estas superficies y luego llevar las manos a la boca, la nariz o los ojos.

Síntomas de la viruela del mono

Los síntomas de la viruela del mono suelen aparecer entre 5 y 21 días después de la exposición al virus e incluyen:

  • Fiebre alta
  • Dolores de cabeza intensos
  • Dolores musculares y de espalda
  • Fatiga extrema
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Erupciones cutáneas: Después de la fiebre, suele aparecer una erupción que progresa desde manchas planas a ampollas llenas de líquido, similares a las de la viruela. Estas lesiones suelen comenzar en la cara y luego se extienden al resto del cuerpo.

La enfermedad suele durar entre 2 y 4 semanas. Aunque la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento específico, en algunos casos, puede ser grave, especialmente en niños pequeños, personas con sistemas inmunitarios debilitados y personas con afecciones médicas subyacentes.

Prevención: Cómo protegerse

Prevenir la viruela del mono implica seguir algunas medidas clave:

  1. Evitar el contacto con personas o animales infectados: Si sabes que alguien tiene viruela del mono o presenta síntomas sospechosos, evita el contacto cercano con esa persona y con objetos que haya tocado.
  2. Practicar una buena higiene: Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente después de estar en contacto con personas enfermas o animales.
  3. Cocinar bien los alimentos: Si consumes carne de origen animal, asegúrate de que esté completamente cocida para eliminar cualquier riesgo de infección.
  4. Usar equipo de protección: En situaciones de alto riesgo, como el cuidado de un paciente infectado, usa guantes, mascarillas y ropa protectora para evitar la transmisión.

¿Qué hacer si sospechas que tienes viruela del mono?

Si experimentas síntomas de viruela del mono o has estado en contacto con alguien que la tiene, es importante:

  • Buscar atención médica inmediatamente: Informa a tu médico sobre tus síntomas y cualquier exposición potencial para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
  • Aislarte para evitar la propagación: Si se confirma que tienes viruela del mono, sigue las indicaciones médicas para aislarte y prevenir la transmisión a otras personas.

La viruela del mono es una enfermedad que, aunque rara, requiere atención y precaución. La prevención y la conciencia son esenciales para reducir la propagación de este virus. Mantente informado, sigue las recomendaciones de salud y toma medidas proactivas para protegerte a ti mismo y a los demás.

Recuerda: Estar informado es el primer paso para la prevención. Si tienes dudas o necesitas más información, consulta a profesionales de la salud y sigue las actualizaciones de las autoridades sanitarias. ¡La prevención es clave para mantenernos seguros!